Nuestra filosofía

Sabemos que proponernos como artesanos, en los tiempos que corren, donde la prisa y la poca sensibilidad hacia los medios de producción están a la orden del día, es todo un reto.

Confiamos en nuestros saberes y conocimientos, y los utilizamos para crear, diseñando y embelleciendo con nuestras manos espacios y cobijos para todos aquellos que lo valoren y utilizamos para ello los árboles que la tierra nos ofrece.

Nos inspiramos en nuestros antepasados para elegir los criterios y las técnicas que a su vez aprendieron de sus predecesores, a través de sus aciertos y errores, con el objetivo de mejorar, creando espacios y lugares cada vez más acogedores.

La calidez de las construcciones con madera no solo reflejan el empeño y el esfuerzo de los artesanos en la búsqueda de la perfección, además son un claro exponente de durabilidad y eficiencia a lo largo de la historia.

Misión

La Carpintería de Armar en nuestro país a diferencia de otros sitios de Europa donde se aprecia, se valora y se transmite, ha caído en el olvido. Ni siquiera existe un Grado Medio de Carpintería de Armar en las provincias que poseen un gran capital de bosques.

La transmisión de estos saberes es un objetivo importante de nuestro equipo.

Enseñar a los demás los conocimientos adquiridos a lo largo de estos años de andadura es nuestro deber, es pasar el testigo a los que vienen detrás para que este oficio no se pierda y caiga en el olvido.

Caja y Espiga

El nombre que hemos elegido para nuestro proyecto encarna lo fundamental y a la vez característico de este tipo de técnica constructiva que ha sido utilizada en todo el mundo desde antaño con más o menos sofisticación y búsqueda del detalle decorativo y a la vez estructural.

Para unir dos maderos o vigas y evitar que se desplacen debido a los movimientos del edificio y del secado propios de la madera que tiende a torcerse sobre sí misma, se hace un agujero rectangular, la caja, a uno de ellos y al extremo del otro madero se le reduce dándole forma para que encaje en su compañero. A ese extremo le llamamos la espiga, suele medir de 4 a 10 centímetros de largo por lo general y es del ancho entero de la pieza.
Si se quiere fortalecer aún más esta unión añadiremos una clavija de madera o un clavo de metal. De esta forma al secar el madero (en Europa utilizamos para Carpintería de Armar maderas con un alto porcentaje de humedad) sus extremos tuercen y la estructura se arma dándole más resistencia.